Páginas

sábado, 17 de marzo de 2012

LA LLUVIA

Viajan verticales
enormes lazos; se posan dentro de la tierra
para bordarla del verde de la alfombra.
Son delgadas agujitas, eternas,
que van fabricando puentes de vida
entre la resequedad y el río,
el desierto y la montaña
la flor y el pajáro
entre Dios y el hombre.

jueves, 15 de marzo de 2012

VOMITANDO LA MUERTE

Me bebo la vida
en las mañanas de invierno.
Apuñalo la muerte con la daga del amor.
Capturo paisajes de alegría.
En el cofre de la esperanza.
Voy trepando las montañas de la vida,
sobre el tren de la palabra y el viento
y la inocente caricia de la noche.
Corto el árbol del dolor cuando viajo
hacia el verde campo de los sueños;
pero aún así siguen cimbrando
las paredes del miedo al paso de las horas.

martes, 13 de marzo de 2012

De Cara a la Muerte

Un dia cualquiera
dancé
de la mano
de la muerte;
la vida
desplegó sus grandes alas
y huyó veloz
alzándome
por encima de mis años
por encima de mis miedos
por encima del dolor.

domingo, 27 de junio de 2010

DÍA  DEL PADRE.


SER PADRE ES CREAR.
CREAMOS CUANDO ESTAMOS CONSCIENTES DE LA RESPONSABILIDADA QUE  TENEMOS CON NUESTRA CASA  LLAMADA TIERRA.SOMOS PADRES CUANDO TRANSFORMAMOS
EL AMBIENTE SIN DESTRUIR EL ECOSISTEMA, CUANDO CAMBIAMOS EL PAISAJE  SIN DAÑAR  LOS RÍOS LOS BOSQUES  Y LOS ANIMALES SILVESTRES.
FELÍZ DÍA CREADORES DE PAZ Y DE AMOR.
TERESA GONZALEZ GARCÍA.

DEDICATORIA :

JUAN CARLOS ACEVEDO RAMOS.

UN DIOS SE PASEA
POR LOS CAMINOS DE LA PALABRA POESÍA.
SE ESCUCHA UN CANTO VEGETAL,
UNA VOZ DE LLUVIA Y DE RISAS,
DE SEXO Y DE SUEÑOS
QUE VA VIAJANDO
CON SU MÚSICA
POR TODA LA TIERRA.
SU PALABRA SE ESPARCE COMO UN HURACÁN
DE MOÉCULAS DE VIDA
TALLADAS EN FILIGRANA
DE FRUTA MADURA
QUE SE DILUYE EN EL ALMA
CON SU VOZ
DE MIEL Y DE NOCHE,
DE CEMENTO Y DE SELVA,
DE RECUERDOS Y ESPERANZAS
INUNDANDO CON ALUVIONES
DE CADENAS AMOROSAS
EL CAMINO DE LA EPOPEYA DE LA VIDA.
LA NOCHE TRAJO SU PALABRA PURA,
LA CLAVÓ EN EL ALMA
DE TODOS LOS MORTALES,
DIBUJÓ EL ROSTRO DE LOS HOMBRES:
COMUNES, HUMILDES Y SOBERBIOS.
SU PALABRA
SEPULTA LAS PENAS
APACIGUA LA CONCIENCIA
Y PURIFICA LA HERRUMBRE DEL CORAZÓN
ESTÁ SU POESÍA
EN EL COSMOS
DESDE AYER 
DESDE HOY
Y PARA SIEMPRE.

17de junio de 2010

jueves, 24 de junio de 2010

Presentación del libro Viajera de la Vida, del Amor y de la Muerte

Un recorrido por la poética de la desesperanza y la ilusión

Juan Carlos Acevedo Ramos* 
Dentro de las poéticas escritas por mujeres -por lo menos en nuestro Departamento para no hacerlo extenso en el país-, la característica principal es el lenguaje de la sensualidad. Son ellas, nuestras poetas, quienes mejor pudieron aprehender el esquivo lenguaje de Eros o de su madre Afrodita. Y por ello es un lugar común ver a escritoras, que se inician en el duro y solitario oficio de la literatura, reunir en su ópera prima un conjunto de poemas que idealizan el amor y todo su árbol: el desamor, el olvido, la pasión y el erotismo cayendo facilmente en cursilerias y en sensibilerias que nada agregan a la poesía actual.
Muchas otras han escrito obras de robustos cuerpos poéticos y han sido discutidas, olvidadas o llevadas a ese mítico lugar donde hacen parte de la historia. Basta nombrar en Caldas a nuestras máximas figuras doña Blanca Isaza de Jaramillo Meza, Maruja Vieira, Dominga Palacio, Gilma de los Ríos o Beatriz Zuluaga, entre otras.
Si bien es cierto que la poesía se comete a temprana edad (Neruda escribe el libro con que se inmortaliza, hablo de los Veinte Poemas de Amor y Una Canción Desesperada, a los 19 años, Rimbaud nos deja su inigualable texto El Barco Ebrio escrito a los 17 años o hablando de mujeres doña Gabriela Mistral publica sus primeros versos a los 22 años, y a los 25 (1914) había cosechado fama como poeta (era el término con el cual prefería que la llamasen) luego de haber sido premiada en los Juegos Florales de Santiago por sus Sonetos de la muerte, inspirados en el suicidio de su gran amor, el joven Romelio Ureta. A este concurso se presentó con el seudónimo que desde entonces la acompañaría toda su vida), el libro que presentamos esta noche no es un libro de una poeta tardía. Viajera de la vida, del amor y de la muerte es un poemario que tardó muchos años en decantarse. La autora, Teresa González García, conocida escritora neirana, ha publicado sus poemas en Musa Levis. Breviario de poesía contemporánea de Caldas, en www.escritorescaldenses.bolgspot.com y en otras revistas de poesía, apenas ahora nos permite ver parte de su obra poética reunida.

El libro, que se compone de 60 poemas, podemos abordarlo desde tres puntos, a mí entender, y hacer más próximo este viaje para los lectores. Veamos.
Iniciemos diciendo que los poemas que hablan, reflexionan y profundizan en la vida son una serie que quiere ganarle la batalla a su antagonista. En ellos el lenguaje es sutil y consolador, la autora ama profundamente ese regalo que nos ofrecen los dioses, y aferrada a ese sentimiento los poemas la pueden volver al pasado donde fue feliz, donde los recuerdos fortalecen y llenan de alegría su trasegar diario. Es el caso del poema ” Recuerdos de mi madre” (página 38):
Hoy he viajado al planeta
de los recuerdos donde yacen
instantes de mi infancia,
dibujados con sangre,
en los cristales del amor materno.
Y es que al adentrarnos en la lectura del libro la poeta cree firmemente que la única forma de vencer la muerte es con la vida. El eterno juego de contrarios del que habla Octavio Paz en su luminoso libro El Arco y la Lira, y ese juego de contraponer objetos, sentimientos, palabras y símbolos ayuda a esclarecernos frente a un mundo que atientas descubrimos. Acaso lo que pretende la autora es salvarnos del inframundo?. Y salvarnos con la poesía no era el regalo que las musas Calíope -musa de la Poesía épica-, Euterpe –musa de la Poesía lírica-, Erato -de la Poesía amorosa- y Polimnia -de la Poesía sagrada- nos ofrecían?. Y uno entiende a través de la poesía más alta que en verdad las musas quisieron salvarnos del olvido, que a la larga es otra especie de muerte. Esto queda claro para el lector en el poema que la autora titula “Del amor” (pag 73), leamos:
Yo te amo
con la medida de la eternidad
y tus ojos
y tu cuerpo
recorren mis entrañas,
poblando mi espacio
de besos y caricias (…)
Y es que el amor (palabra que podríamos descomponer en a: sin more: muerte) es la justa victoria del hombre sobre la muerte. Por supuesto que son los poemas dedicados a este sentimiento los que llenan de luz las páginas del libro. Vida y amor esplendores que queremos que nos acompañen siempre, y al “querer algo para siempre” nos adentra en un tema complicado, al que se le ha dedicado centenares de páginas en la literatura. Ese tema es la inmortalidad. Y hablo de ella porque entre líneas uno puede adivianar que es la inmortalidad lo que busca la autora en sus poemas. Y volvemos a los interrogantes, díganme acaso el arte no es una forma de inmortalidad?. Si estamos de acurdo con que la respuesta es si, entonces nuestra autora, Teresa González García, lo ha logrado. Su libro de poemas Viajera de la vida, del amor y de la muerte, es su forma de inmortalizarse entre nosotros.

Aún nos quedan dos posibles lecturas del libro, si la primera fue la vida, la segunda es el cosmos como una metáfora para volver a hablar de pasiones y sentimientos. Entre la estructura de cada poema se puede sentir una fuerte presencia del universo. Así las estaciones, la naturaleza, la fuerza de los planetas y hasta la invisible presencia de los dioses juegan trazos importantes en el libro. “Ecilpse” (pag 42) es un poema que nos puede redondear esta idea:
Tropiezan sol y luna
abrazando obscuridades,
cortando fuego,
(…)
raptando caricias
deshechas por el tiempo.
O que tal este poema, reflejo de la modernidad, de los tiempos que habitamos hoy:
Soledad
Hoy necesito morder tu silencio
soledad amiga.
No hallo tu sombra en mi camino;
en el planeta no hay espacio
que te aisle,
por que Dios no creó
una ciudadela para ti. (…)
Eso somos, solitarios individuos en busca de la soledad. Crecimos como manadas, fuimos nómadas, luego sedentarios, pero descubríamos el mundo acompañados el uno del otro. Un hombre cuidaba de su prójimo siempre. Pero el mundo anda un poco loco, un poco desorientado y día tras día la soledad nos invade. Hombres solos, madres sin hijos, niños huérfanos por causa de las guerras. Productividad, proactividad, competitividad palabras huecas creadas para despistar incautos, hechas para hacernos hombres solícitos y ocupados que dejaron de cuidar a su prójimo y se volvieron egoistas y mezquinos. Así que en medio de la producción en masa y de la búsqueda fácil del dinero y del éxito el ser humano buscó refugio en su soledad. Por eso la importancia de la palabra poética en medio de éstos tiempos, por eso Teresa mira dentro de ella y explora vida, amor, cosmos y nos devela un pasado, unos sueños, unos anhelos.
De tal suerte que en este viaje -al que nos lleva la autora- nos adentramos en la última lectura que hacemos del libro y que tiene que ver con la muerte. Si al inicio de mi lectura Eros y Afrodita eran protagonistas, aquí voltemaos la moneda y la otra cara es Tánatos, deidad que represetaba la muerte pacífica, ligera, dulce como el sueño. Pero en muchos de los poemas de Teresa no es pecisamente este tipo de muerte la que hace presencia. Aquí la muerte que acompaña al pais hace más de 60 años es la de la guerra, la muerte por pestes o desastres, así que es la divinidad Keres quien representa la muerte en el campo de batalla, quien acompaña los versos de la autora. Léamos por ejemplo el poema “Viajera de la muerte” (pag 21)
La noche es una niña
cegada por la guerra.
la noche es una estrella que camina
detrás de los misiles.
La noche es un cadaver
que cubre de noches y cenizas a la tierra.
Y si bien no debemos agregar más dolor al dolor, este libro, a mi juicio, tiene su importancia precisamente en haber escapado a la ternura cursí y a la sensibilería barata y arriesgarse a narrar los tiempos que nos acompañan.
Y al poetizar los tiempos cruentos que vivimos Teresa González no hace otra cosa que exorcizar –como hacen la mayoría de los artistas- esos miedos, esas carencias, esas rabias, esos sueños, esa incapacidad, en fin, esos guijarros que encuentra en el camino y exorcizarlos para quedar limpia y tranquila a la hora de hablar de su viaje por la vida el amor y por la muerte.

Muchas gracias.
* Escritor

Sala Cultural del Banco de la República, Manizales, 18 de Febrero de 2010



Teresa González García, nace en Neira Caldas, donde realizó sus primeros años de estudio.  Educadora del Colegio Instituto Neira, en el área de español y literatura.
Es egresada de la Universidad de Caldas, donde se graduó en Ciencias de la Educación, con especialización en Ciencias Sociales.  Es especialista en Neuropsicopedagogía de la Universidad de Manizales.
La mayor parte de su obra literaria permanece inédita.  Ella le canta a la vida, a la ternura, al amor y se postra ante la muerte.  Sus versos lloran la violencia de Colombia, la miseria y la injusticia. Ama la naturaleza, motivo de su asombro y paz.